CAPITULO 2

EL MODELO DEL BAUTISMO

Así como hubo un modelo divino para el tabernáculo, así hay en la Biblia un modelo para el bautismo. En este modelo hay cuatro elementos. Es decir: 

Un sujeto propio. 

Una forma propia. 

Un designio propio. 

Un administrador propio. 

Un sujeto escriturai. 

Una forma escritural. 

Un designio escritural. 

Un administrador escritural. 

Como un ejemplo de bautismo donde hallamos estos cuatro elementos, permitámonos ver el bautismo de Jesús. Es uno de los incidentes más hermosos en toda la Biblia. 

“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por éI. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, y tu vienes a mi? Pero Jesús le respondió: Deja ahora; porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3: 13-17). 

Son como 100 kilómetros de Nazaret al Jordán donde Juan estuvo bautizando. Nazaret está situado al pie de las montañas. Hay muchos hermosos arroyitos y pequeñas lagunas cerca de Nazaret, donde alguien podría ser bautizado. Mas, cuando Jesús a su debido tiempo vino para ser bautizado, El salió de los hermosos arroyitos y pequeñas lagunas, y caminó 100 kilómetros para que su bautismo pudiera cumplir toda justicia . 

El Jordán no es tan hermoso como algunos ríos. Es rápido, muchas veces turbulento, y en algunos lugares profundo y peligroso. 

Naamán se lamentó acerca de las siete veces sumergidas en el agua, por mandato del profeta Eliseo. Todavía en las riberas del viejo río tuvo lugar una escena que del mismo modo nunca se ha visto antes, ni se verá otra vez en todo el mundo. Aquí, con las aguas hasta la cintura, estuvo el Bautista con su manto de pelo de camello; a su lado, el Hijo de Dios; en la orilla, las multitudes, que acudían para oír a Juan predicar. Arriba, en los cielos, mirando hacia abajo, Dios el Padre, hablando con una voz que fue oída por todos; y descendiendo del cielo, el Espíritu de Dios, como una paloma, se posó sobre el Hijo, quien apenas había sido bautizado en el río. Y derramando sobre todos, un azul firmamento, con nubes suaves y blancas flotando, y un sol brillante derramando su gloria sobre el río, las distantes montañas de Moab, la antigua ciudad de Jericó al otro lado del llano, el mar muerto, donde el inquieto río cayó por fin a descansar de su loca carrera hacia las bajas montañas del Líbano. 

Fue en el calor de mediodía, después de una zambullida en el mar muerto, cuando un grupo de nosotros estuvo en pie en este lugar famoso hace años. Y soñamos con aquella hora cuando el Hijo de Dios, el Padre y el Espíritu Santo, todos con su presencia, testificaron la importancia de este acto trascendental, ordenado por Dios, obedecido por el Hijo, aprobado por el Espíritu Santo, y mandado por nuestro Señor en la gran comisión para ser obedecido hasta el fin del mundo. 

A la luz de todo esto, ¿quién dirá otra vez que el bautismo no es importante, y que puede ser observado, o cambiado, u omitido al capricho del individuo, o por la autoridad de un cuerpo que pretende ser la Iglesia de Cristo? Es de grande importancia, y nosotros debemos tener en mente que si alguno de estos cuatro elementos falta, nosotros tendremos un bautismo defectuoso, y no un bautismo escritural. Tal como Dios dijo a Moisés acerca del tabernáculo, “Haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte,” así dice él a nosotros “Guardad las ordenanzas como Yo las entregué a ellos para vosotros.” Si las alteráis, desobedecéis a Dios, destruyendo la verdad, causando confusión y división en el mundo cristiano, donde debe haber unidad y paz. 

Ha sido siempre el grito de aquellos que han desertado de la verdad, que los que por la verdad contienden son culpables de causar división. ¿Quienes pensáis que son culpables, los que contienden por la fe una vez dada a los santos, o los que han desertado de la fe? Nunca tendremos unidad por tener compromisos con aquellos que han desertado. Tendremos unidad únicamente cuando los que han desertado retornen a la obediencia con el modelo que nos fue dado a nosotros en el bautismo de Jesús. 

Veamos cuán claramente estos cuatro elementos fundamentales del bautismo se hallan en el bautismo de Jesús. 

1. UN CANDIDATO PROPIO. 

Jesús fue un candidato propio. El no tenía pecado, por tanto El no necesitó arrepentirse. El tenía absoluta fe en el Padre, y en el plan de Dios para la redención del mundo. El tenía absoluta fe en sí mismo. 

Juan pudo vacilar, y de su obscura prisión mandó recado a Jesús preguntando: “¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?” Pero, jamás una nube de duda obscureció la mente de Jesús. 

“Yo soy el pan de vida.” “Yo soy el agua de vida.” “Si alguno tiene sed venga a mi y beba.” “Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed; mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.” “Yo soy la puerta de las ovejas, el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá y hallará pastos.” “Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano.” “Jesús entonces dijo a Pedro: mete tu espada en la vaina; ¿acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles?” Y nosotros pudiéramos continuar, usando todas las palabras de Jesús, viéndole en las horas más obscuras de su vida cuando todos le dejaron, y todas las mentes acerca de él estaban obscurecidas por la duda y desesperación; mas su fe en el Padre y en la empresa divina nunca se nubló por una simple duda, y nunca se manchó por un simple temor. Y así El vino a Juan de acuerdo con el propósito divino de Dios a través de los siglos para “cumplir toda justicia” y para ser un ejemplo a todos los que serían sus discípulos. 

Este es un caso de bautismo de creyente. No hay apoyo aquí para quienes practican el bautismo infantil. Cristo tenía treinta años cuando El fue bautizado. No hay apoyo para quienes pugnan por la salvación bautismal y que dicen: “Nosotros venimos a bautizar un pecador perdido, y en el bautismo nuestros pecados son quitados.” En el Chrisfion Baptism por Alejandro Campbell, página 521, leemos: “La remisión de pecados no puede ser gozada por una persona antes de la inmersión. La creencia de este testimonio es la que nos impele al agua, sabiendo que la eficacia de su sangre es para ser comunicada a nuestra conciencia de la manera que Dios se agrade señalar: Nosotros no vacilamos ante la promesa, pero huimos a la sagrada ordenanza la cual trajo la sangre de Jesús en contacto con nuestras conciencias. Sin saber y creer en esto, la inmersión es como una nuez vacía, la cáscara está allí pero el meollo falta.” 

En el concilio de Trento la Iglesia Católica Romana hizo esta declaración: 

“El bautismo es un sacramento instituido por Cristo para limpiar el pecado original, y todos los que hallamos cometido: para comunicar a la humanidad la regeneración espiritual y la gracia de Jesucristo, y para unirlos a la cabeza viviente. Si algún hombre dijere que el bautismo no es esencial para la salvación, sea anatema. En el bautismo no únicamente nuestros pecados son remitidos, sino también todo el castigo de pecado e iniquidad.” 

Juan Wesley en sus obras, volumen 6, sección 4, habla para los Metodistas: 

“Es cierto que nuestra iglesia supone que todos quienes son bautizados en su infancia son a la misma vez nacidos otra vez. Si los infantes son culpables de pecado original, ellos no pueden ser salvados en la forma ordinaria, a menos que sean lavados por el bautismo.” 

El Dr. J. R. Graves, comentando la posición de otros cuerpos Cristianos, dice: 

“Esta es ]a doctrina que nos distingue como Bautistas de otras denominaciones. Nosotros ponemos la sangre en todos los casos antes que el agua. Nosotros no enseñamos que el bautismo es esencial para la salvación, pero que la salvación es esencial para el bautismo.” 

Los otros enseñan que a través del agua a la sangre. Los Bautistas enseñan a través de la sangre al agua. ¿Quién pensáis que esté más cerca de la posición escritural delineada aquí en el bautismo de Jesús? 

Consideremos ahora el segundo elemento fundamental del bautismo: 

2. UN MODELO PROPIO. 

No es nuestro propósito detenernos mucho tiempo en este elemento, no porque no sea importante, sino porque ya ha sido discutido en este tema que nosotros pensamos es innecesario. Ha sido dicho que hay dos lados en cada asunto. Aquí está un asunto del cual no se puede decir eso verdaderamente. A la luz de las escrituras, a la luz de los eruditos griegos, según la concesión a los que no practican la inmersión, pero dicen que ese era el único bautismo conocido por la iglesia primitiva - a la luz de todo esto, seguramente quién contendiera que la aspersión es una doctrina escritural, es por cierto, o un ignorante, o está hablando lo que sabe que es una mentira. 

Ninguno discutiría, después de leer esta simple historia del bautismo de Jesús con una mente sin prejuicios, que su bautismo fue ejecutado en ninguna otra forma, más que por inmersión. “Y bautizaba también Juan en Enón junto a Salim, porque había allí muchas aguas” (Jn. 3:23). “Y Jesús después que fue bautizado subió luego del agua” (Mat. 3:16). Los artistas de la Edad Media, subalternos a sus maestros, la iglesia de Roma, han llenado las galerías de Europa con cuadros representando a Cristo y a Juan estando en el río con el agua hasta las rodillas, y Juan derramando de una concha en la cabeza de Jesús agua que éI recoge dei río. Todas las personas que puedan leer esta historia bíblica del bautismo de Jesús, saben que no obstante la hermosura de la pintura, no es verdad escrituralmente. Aceptar semejante interpretación es rechazar la historia bíblica y así mismo la propia palabra bautismo. 

Esta es, por supuesto, una palabra griega y nunca significa alguna cosa, que inmersión o sumergirse. 

Cuando el Rey Santiago quiso traducir la Biblia, reunió a los eruditos de su tiempo para que hicieran la traducción. Ellos hicieron magníficamente una parte del trabajo. Pero cuando llegaron a la palabra bautizar, sabiendo que significaba inmersión, no osaron traducirla sin conferenciar con el rey, porque ellos sabían bien que la Iglesia de Inglaterra bautizaba por aspersión. El resultado fue, a petición del rey, que no tradujesen la palabra de modo alguno, sino que la anglicanizasen. 

Es así como tenemos la palabra griega, Bartizo, o bautizar en las Biblias inglesas, cuando de haberse traducido, habría sido inmersíón. 

El Dr. Juan T. Christian escribió a los principales eruditos de América e Inglaterra, haciéndoles la siguiente pregunta: 

“¿Hay un léxico Griego-Inglés autoritativo que defina la palabra baptizo por rociar o esparcir? “ 

Respuestas Americanas: 

“No hay ningún léxico Griego-Inglés autoritativo que dé rociar o esparcir como una de las significaciones de la palabra griega baptizo.” 

Prof. H. W. Humphreys, Vanderbilt, University 

“Yo no sé de algún buen léxico que dé aspersión como traducción de baptizo.” 

Prof. W. S. Tyler, Amerherst College 

(Un college en inglés es una universidad) 

“No hay ningún léxico Griego-Inglés autoritativo que dé aspersión o rociamiento como una de las interpretaciones de la palabra griega baptizo.” 

Prof. Dodge, University of Michigan 

“No conozco ningún léxico que dé las significaciones de que Usted habla, por baptizo.” 

Prof. Flagg, Cornell University. 

Respuestas Inglesas: 

“La palabra baptizo significa sumergir o hundir en el agua, no rociamiento. No conozco ningún léxico que dé rociar por bautizar.” 

Prof. H. Kynston, D. D., University Durham 

“Ciertamente la interpretación clásica de baptizo es sumergir, y no rociar o esparcir.” 

Prof. C. C. Warr, M. A., King’s College 

“Nunca, que yo sepa, encontré la palabra en sentido literal de aspersión, y dudo que tenga alguna otra significación.” 

Prof. Juan Stracham, M. A., Owen’s College. 

“Yo no sé de algún léxico Griego-Inglés que dé la significación de rociar o esparcir. Si dijera así, yo diría que comete un error.” 

Prof. G. E. Mamdin, University Londre. 

“Yo no sé si hay algún léxico Griego-Inglés autorizado que diga que la palabra significa rociar o esparcir. Yo únicamente puedo decir que tal significación nunca perteneció a la palabra en griego clásico.” 

Prof. R. C. Jebb, University Cambridge. 

Pero, ¿por qué multiplicar las pruebas? No hay que extrañar que el Rey Santiago y sus traductores estaban confundidos, y no sabían qué hacer. No únicamente el acto de Jesús, sino el sentido propio de la palabra, hace a la inmersión imperativa como el segundo elemento del bautismo escritural. 

3. UN DESIGNIO ESCRITURAL 

¿Por que fue Cristo bautizado? Para manifestar en toda su plenitud la justicia de Dios. Así con cada bautismo. Hay un designio, y ese designio es para manifestar un determinado cuerpo de verdad, que no es solamente propiedad del creyente, sino es propiedad también del cuerpo donde el creyente es bautizado. No sé de una mejor forma para explicar esto, que citar la definición del bautismo dada por J. R. Graves: 

“El bautismo cristiano es un acto específico para ser administrado por un cuerpo específico a personas que profesan cualidades específicas por la profesión de verdades específicas.” 

Ahora, ¿cuáles son las verdades específicas que el bautismo establece? La respuesta a esta pregunta nos lleva hacia atrás, al período post-apostólico, cerca de 200 anos D. de C. En este período y a través de las centurias, los catecúmenos - quiénes recibían instrucción para el bautismo -eran impelidos a repetir el credo de la Iglesia,- y entonces era invariablemente preguntado. “¿Quieres ser bautizado en esta fe?” Y entonces el bautismo no fue tanto para demostrar la fe del creyente, como para demostrar las doctrinas, creencias y prácticas del cuerpo ejecutante del bautismo. Lo mismo hoy, los Episcopales retienen esta costumbre. A cada infante rociado por ellos se le pregunta: 

“¿Crees en todos los artículos de la fe cristiana como contenidos en el credo apostólico?” El padrino contesta, “Yo creo.” Entonces preguntan, “¿Quieres ser bautizado en esta fe?’’ Contesta el padrino, “Este es mi deseo.” 

El sujeto del bautismo, por tanto, no profesa su fe privada, sino la fe de la denominación que le bautiza. Ahora esta pregunta, “¿Cuáles son las verdades especificas que el bautismo representa?” La respuesta depende de! cuerpo que ejecute el bautismo. 

Cuando los Católicos Romanos bautizan, según el Concilio de Trento, es para quitar el pecado original, y todo pecado cometido, para comunicar la regeneración espiritual y la gracia de Jesucristo, y para unir al bautizado a la cabeza viviente. Cuando ]os seguidores de Alejandro Campbell bautizan, es para remisión de pecados, como sostiene Campbell: ellos (los bautizados) solamente pueden alcanzar la sangre de Cristo a través de las aguas del bautismo. 

En el caso de los Metodistas, según Wesley, es para obtener regeneración. Y en el caso de los infantes, para quitar el pecado original, de lo contrario están perdidos. 

¿Cuál es el designio de los Episcopales? Visitemos un servicio de confirmación. Pregunta: “¿Quién te dio este nombre?” Contestación: “Mis padrinos en el bautismo donde yo fui hecho miembro de Cristo, un hijo de Dios, y un heredero en el reino del cielo.” Ese es el designio de su bautismo. 

¿Cuál es el designio de los Presbiterianos? Leamos Catecismo de Shorter. Pregunta: “¿Qué es el bautismo? “ Respuesta: “Bautismo es un sacramento del Nuevo Testamento en donde Cristo ordenó que lavaran en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, como una señal y sello de injertación en sí mismo, para remisión de pecados por su sangre y regeneración por su Espíritu, de adopción y resurrección hasta la vida eterna.”

No intentaremos interpretar este lenguaje, pero permitamos que el Dr. Hodge de Princeton, y el Dr. Nevin dei Seminario de Mercersburg lo interpreten. El Dr. Hodge dice: “Nosotros somos bautizados para que podamos ser unidos a Cristo, y ser hechos partícipes de sus beneficios. Este bautismo para arrepentimiento es un bautismo para que se obtenga la remisión de pecados.” El Dr. Nevin dice: “La iglesia nos hace cristianos por el sacramento del santo bautismo, lo cual ella siempre sustenta como una fuerza sobrenatural para ese mismo propósito.” 

¿Cuál es el designio del bautismo en las Iglesias Bautistas? 

No es para la remisión de pecados. No es un medio de gracia. No es para la regeneración. Nada tiene que ver con nuestra salvación. Es un símbolo representando el evangelio; la muerte, sepulcro, y resurrección de Jesús, y significa que la persona bautizada muere a la vida antigua de pecado y se levanta a nueva vida en Cristo Jesús. “Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida” (Rom. 6:4). 

iCuán diferente es la posición Bautista, de la posición de aquellos que hacen del bautismo una ordenanza de salvación, y dicen que no hay camino a la sangre de Cristo, sino solamente a través de las aguas del bautismo! 

Ahora, todos cuantos han sido bautizados dentro de la fe de esos otros cuerpos cristianos, deben estar firmes en esa fe o repudiarla. Si repudian la fe, deben también repudiar el bautismo que los hizo participantes de esa fe. No hay otra salida. Si ellos no creen más en sus doctrinas no deberían sustentar mas el bautismo que los hizo participantes de esas doctrinas. Este es ciertamente el único camino consistente, y la única forma de honrar al cuerpo al cual vienen a creer. Si usted es Bautista en creencia, debe estar satisfecho con el bautismo Bautista y no otro. 

4. UN ADMINISTRADOR PROPIO. 

Veamos cómo esto está implicado en el bautismo de Jesús. El tiempo había venido para que Jesús fuese bautizado. Cien kilómetros al otro extremo estaba un hombre enviado de Dios para bautizar. 

Alrededor de Nazaret había muchos hermosos arroyos y arroyitos. Jesús hubiera podido elegir a alguno en Nazaret, y ése alguno hubiera podido bautizarle en uno de esos hermosos arroyitos. Eso hubiera sido bautismo extraño o ajeno. Pero él no hizo así. En vez de esto, él caminó cien kilómetros para llegar a la persona quien tenia autoridad de Dios para bautizarlo. iY todavía, a pesar de esto, hay quienes dicen que el administrador no es de ninguna importancia!