CAPITULO 2

EL FONDO HISTÓRICO DESDE EL PERÍODO PERSICO (537 a de J.C.) HASTA EL PERIODO GRIEGO, BAJO ALEJANDRO MAGNO (330 a de J.C.)

A. CIRO EL GRANDE Y SU CONSIDERACION A LOS JUDIOS.

En el capítulo anterior, fue mencionada la historia de Persa y su conquista de Babilonia. Los Judíos, siendo cautivos en Babilonia, naturalmente llegaron a ser sojuzgados por Ciro el Grande. Bajo Ciro, los líderes judíos disfrutaron de muchos privilegios y favores. Ciro no solamente les permitió regresar a su patria sino que también les dio ayuda y financiación para la reconstrucción del Templo.

El profesor Tenney dice:

«Ciro en vanaglorió de ser un déspota benevolente. Desde el principio, trató a los pueblos conquistados con consideración. En el primer año de su reinado, permitió a los judíos regresar a su patria y les devolvió las copas del Templo. De acuerdo a Esdras 6:1-5, también la edificación del Templo fue financiada por el tesoro real.» Según el profeta Isaías, en el capítulo y versículo 2, dice: «Que dice Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al Templo: Serás fundado.» Con referencia al pasaje de Isaías :28, los judíos comúnmente creen que Ciro leyó esta profecía acerca de él mismo, y por eso les permitió regresar a su tierra natal. Josefo, el gran historiador escribe; «Esto lle al conocimiento de Ciro por haber leído el libro en el cual Isaías habló acerca de sus profecías; por este profeta, dijo que Dios había hablado así a él, en una visión secreta:»(Ant. XX,i,2) Esta profecía fue dada ciento cuarenta años antes de la destrucción del Templo. De acuerdo con Josefo, cuando Ciro leyó esto, se admiró del gran Poder Divino, y deseó sinceramente realizar todo cuanto se había escrito acerca de él por el profeta Isaías. «Entonces él (Ciro) llamó a los judíos eminentes que estaban en Babilonia, y les dijo que él les permitía volver a su propia tierra a reconstruir la ciudad de Jerusalén y el Templo de Dios; porque él iba a ser su ayudante, y que él escribiría a todos los gobernantes y mandatarios vecinos de su país, Judea; que ellos deberían contribuir con oro y plata para la edificación del Templo, y, además con animales para sus sacrificios.» (Ant. XI,i,2) (9). B. EL REGRESO A JERUSALEN POR ALGUNOS DE LOS JUDIOS Y LA REEDIFICACION DEL TEMPLO

No todos los judíos en Babilonia regresaron a Palestina cuando Ciro dio su permiso. La mayoría prefirió quedarse con sus negocios y sus hogares. Aproximadamente cuarenta y dos mil, (42.000), principalmente de las trius de Judá, Benjamín y de Levi regresaron a Jerusalén. Bajo la dirección o conducción de Sesbasar, un príncipe judío. (Esdras 1:8) llegaron a la ciudad en el año de 537 A. de J.C., y comenzaron a edificar el Templo (Esdras 3:1-13), pero la construcción no fue terminada en ese tiempo, ya que hubo mucho desacuerdo sobre el proyecto con el pueblo que había quedado en Palestina (el remanente). (Lea Esdras 4:1-5). Por 17 años los exilados que habían regresado prosperaron y construyeron sus propias casas.

«¿Es para vosotros tiempo de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?» Hageo 1:4 Entonces bajo la urgente predicación de Hageo y Zacarías, la obra de la construcción se inició de nuevo (Esdras 5:1). Los oficiales, aparentemente ignorando el mandato de Ciro, ordenaron a los judíos parar. Entonces, los judíos pelaron a Dario, quien bus en los archivos y reafirmó por un decreto especial, los mismos privilegios dados por Ciro. Entonces, la obra de la construcción progresó rápidamente, y el Templo fue terminando en el año 516 A. de J.C. (Esdras 6:1-15). La adoración empezó de nuevo en la Pascua y el ministerio de los Sacerdotes fue nuevamente establecido.

C. MIGRACION DE LOS JUDIOS A PALESTINA BAJO ESDRAS (6 A. de J.C.) Y LA CONSTRUCCION DE LOS MUROS DE JERUSALEN, QUE FUERON TERMINADOS CON NEHEMIAS (5 a de J. C.)

Otro período de tiempo de más o menos 60 años entre 516 A. de J.C. y 458 A. de J.C. en el cual los datos acerca de Judea y los judíos en general están en silencio. En el año 458 A. de J.C., «en el séptimo año del rey Artajerjes» (Esdras 7:7), otra migración salió desde Babilonia bajo Esdras el escriba, un descendiente de Hilcías, quien había sido Sumo Sacerdote bajo el reinado de Josiah. El fue acompañado por un número de sacerdotes y cantores. Tenía en su posesión una carta de Artajerjes otorgándole la autoridad de renovar los servicios del Templo. La carta también ordenaba los tesoreros proveer para tal adoración con una pena de castigo por incumplimiento.

Sin embargo, sería bueno recordarle aquí al lector que quienes regresaron a Palestina eran únicamente un remanente, una porción. Según el Dr. S. Baxter:

«Esdras el escriba se reunió con el (REMANENTE) que había salido hacía unos 57 años antes. Eran solamente 2000 en total.» La mayoría de los judíos deseaban quedarse en Babilonia donde estaban prosperando y en donde desde el principio del Imperio Persas, habían sido tratados con consideración.

Bajo Esdras, la nueva población estaba entregada a trabajar la tierra, poblarla, establecer de nuevo las leyes y enseñarlas. Sin embargo en 6 A. de J.C. la comunidad de Jerusalén mandó un mensaje urgente a Nehemías. Un servidor vino al rey persas, informando que los muros de Jerusalén habían sido tumbados y las puertas quemadas. Es probable que esta devastación de la ciudad hubiera ocurrido en tiempo más reciente a la época de Nehemías, porque no es razonable haberse enviado un mensajero a un viaje tan largo para anunciar los resultados de la tumbada de los muros que había sucedido hacia 15º años. De las indicaciones dadas en el Libro de Nehemías, es probable que la campaña dirigida por Esdras y sus actividades políticas habían provocado hostilidades a otra parte de los habitantes de Palestina, especialmente los Samaritano.

Quizá la calidad anunciada por Hananías (Nehemías 1:2) fue el resultado de un ataque por guerrillas sobre Jerusalén, el cual sus habitantes no estaban preparados para resistir. De todos modos, Nehemías, tan pronto recibió la noticia, habló al rey Artajerjes, quien dio permiso inmediato de volver a Palestina con ayuda.

Doce años más tarde, en 6 a de J.C., Nehemías lle a Jerusalén para reconstruir los muros y funcionar cmo gobernante. Con la enérgica administración de Nehemías, las reparaciones fuero terminadas en menos de dos meses (Nehemías 6:15,16).

Entonces hubo de nuevo un estado Judio en Judea, aunque por supuesto, bajo el reinado Pérsico (Nehemías 2:1).

D. LA CONDICION RELIGIOSA EN PALESTINA BAJO ESDRAS Y NEHEMIAS

Bajo las reformas de estos dos grandes personajes de esa época, la tierra de Palestina floreció. Esdras se dedi principalmente a las cuestiones de la ley. Nehemías trabajó principalmente en las reformas del abuso de la ley, rectificando muchas aplicaciones de la misma y adicionándolas con justicia.

El conocimiento de la ley de Moisés fue renovado bajo Esdras el escriba, quien leyó e interpretó la ley. Aparentemente, él dominaba el idioma hebreo, que tradujo a Arameo a sus asistentes (Esdras 8;2,7,8). Evidentemente la Ley se había olvidado por los largos años de conflicto, la reconstrucción del Templo, y los muros. Cuando la Ley fue leída de acuerdo a Nehemías 8:9, dice:

«Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los Levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo Día santo es a Jehová nuestro Dios: no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.» También la Fiesta de los Tabernáculos fue celebrada (Nehemías (:13-18) y la reforma moral fue efectuada.

La aplicación de los principios de Nehemías acerca de la Ley era muy estricta; la adoración en el Templo fue renovada y se pidieron contribuciones. Los matrimonios mixtos con los habitantes de la tierra que no eran de la raza Judía fueron prohibidos (Nehemías 10:30), la infracción de la ley del día sábado fue proscrita (Nehemías 10:31), y la administración de diezmar en una base regular fue establecida (Nehemías 12:). Doce años después de la terminación de la administración de Nehemías, los elementos principales de «ORTODOXIA JUDIA» habían sido bien sembrados dentro del «REMANENTE» en Jerusalén.

Dos aspectos de la vida judía desaparecieron durante los períodos pérsico y griego: la monarquía y el oficio de profeta. La profecía, después de Malaquías, se terminó por completo. No había ningún rastro del mensaje de reforma o precepto de los profetas de la época de la dispersión.

El sacerdote cedió algo de su poder al anciano y lle a ser mucho más político en su influencia de lo que había sido bajo el sistema monárquico. Una o dos nuevas fases religiosas aparecieron. El estudio intensivo de la ley que se empezó durante el exilio, produjo una nueva clase de líderes: LOS ESCRIBAS. La gran dispersión del pueblo hacia congregaciones creó una demanda para mesías de la ley, puesto que cada congregación quería tener uno. Los copiadores profesionales tenían que hacer un estudio del texto a fin de transcribirlo correctamente, y, consecuentemente, llegaron a ser expertos en eso. Cuando Herodes el Grande quiso aprender algo acerca de los profecías del Mesías, llamó a los sacerdotes principales y escribas del pueblo (Mateo 2:4). En los asuntos religiosos, los escribas eran considerados en el mismo plano de equidad con los sacerdotes.

Otro suceso que empezó en la época de Esdras, fue la iniciación de la «GRAN SINAGOGA», un concilio de ciento veinte (120) miembros. Este fue formado con el prosito de administrar la ley y fue el cimiento para el Sanedrín en la época de Jesús. Simón, el Justo, quien probablemente con el Sumo Sacerdote Simón I, vivió en el tercer siglo antes de Cristo, tiene la reputación de haber sido el último servidor de esta Gran Sinagoga. Las únicas referencias a esta Gran Sinagoga vienen principalmente de la literatura talmúdica, la cual es notoriamente inexacta y poco habla de ella. Sin embargo, el estableimiento formal de esta organización en particular no existió, sino que fue el concepto básico, para el establecer de las sinagogas.

E. LA CAIDA DE PERSIA (333 a de J.C.)

El dominio de Persia sobre Palestina comenzó con el decreto de Ciro en 536 A. de J.C. para el regreso del remanente Judío, y continuó hasta 333 A. de J.C., cuando Palestina lle a ser dominada por el poderoso Alejandro Magno. Entonces, cuando la escritura del Antiguo Testamento se cerró, más o menos 400 años A. de J.C., el pueblo judío en Palestina fue subyugado por Persia. Estos continuaron, aparentemente sin ningún resentimiento expresado por parte de los judíos, hasta que el poder de Persia empezó a finalizar y finalmente terminó bajo las rápidas conquistas de Alejandro Magno.

La caída de Persia y la llegada de Grecia están también profetizadas por el profeta Daniel (Daniel 8:5-8). Entonces, otra vez, la tierra de los judios pasó a manos de otro reino y emperador.