CAPITULO 7

OTRAS SECTAS RELIGIOSAS, PARTIDOS POLITICOS Y CLASES POPULARES DENTRO DEL JUDAISMO EN PALESTINA DURANTE ESTE PERIODO

I. LOS ESENIOS

            Los Esenios, eran la tercera secta mayor judía, y no son mencionados en el Nuevo Testamento. De acuerdo a la información dada por Philo, Josefas y Pliny, ellos eran más o menos 4,000 y estaban dedicados a una vida simple y abstemia. Los Esenios más estrictos ni siquiera se casaron. La admisión a la vida de la comunidad, era ganada solamente después de un período de tres años, y cuando llegaban a ser miembros, todas las propiedades eran entregadas a un tesorero común. Los principales ejercicios religiosos involucraban ritos de lavados y bautismo, períodos exactos de oración, empezando en el amanecer y continuamente leyendo y estudiando los escrituras del Antiguo Testamento. Los Esenios creían que las promesas de Dios dadas por medio de los profetas estaban siendo cumplidas en la historia de su propia comunidad.

Los Esenios no participaron de los sacrificios de los animales en el Templo de Jerusalén, no por razón de que ellos dejaran los principios más espirituales de adoración, sino porque afirmaron que el Templo había sido profanado. Ellos llevaban puestas túnicas blancas como un símbolo de su pureza interior. Sus interpretaciones de la ley del sábado eran aún más rígidas que las de los fariseos.

Habían colonias de Esenios en varios pueblos de Judea, pero en el desierto, al oeste del Mar Muerto, fue la localización favorita de sus campamentos. Más o menos a medidos de este siglo, cerca a Qumran fueros escavadas las ruinas de un monasterio (o algo parecido) y en cuevas vecinas también se descubrieron varios rollos sellados dentro de algunos jarros, acompañados de cientos de fragmentos, escrituras y fragmentos acrifos en los idiomas hebreo, arameo y griego. Según los arqueólogos y parlógrafos, tanto las habitaciones como los rollos, pertenecen al período comprendido entre los años 100 a.de C. Los manuscritos, llamados los rollos del Mar Muerto pertenecían a una biblioteca grande que incluía la mayoría, si no todos, los libros del Antiguo Testamento (algo de Salmos, Deuteronomio e Isaias; y una docena o más de copias fragmentarais), unas obras acrifas, y media docena de escrituras pertenecientes específicamente a esa secta. Un manual de disciplina, nos da una comprensión detallada acerca de las creencias y prácticas del grupo.

 

II. LOS HERODIANOS

Una docena de teorías han sido propuestas concernientes al origen y conceptos de los Herodianos. De acuerdo a la mayoría de los estudiosos parece muy claro que ellos no fueron una secta religiosa, ni un partido político. El término aparentemente denota una actitud y una opinión, y se refiere a los Judíos de influencia, y su alta posición quienes colaboraron al gobierno de Herodes, y por ende también al de los Romanos, por los cuales, la autoridad y la dinastía Herodiana era sostenida. De tal alianza, ellos por supuesto, eran la minoría; porque la mayoría de los Judíos Palestinos eran fuertemente opuestos a ese régimen.

En los Evangelios, los Herodianos son mencionados como enemigos de Jesús, una vez en Galilea, «Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los Herodianos contra él para destruirla.» (Marcos 3:6).

Otra vez en Jerusalén, «Y le enviaron los discípulos de ellos con los Herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie porque no miras la apariencia de los hombres,» (Mateo 22:16).

«Y le enviaron algunos de los Fariseos y de los Herodianos para que le sorprendiesen en alguna palabra.» (Marcos 12:13)

En una última ocasión ellos se aliaron con los fariseos deseando buscar la manera de atrapar a Jesús con una pregunta, si era o no legal pagar impuestos al César. Al hacer esta pregunta, ellos anticiparon una repuesta para comprometer la opinión de Jesús en favor del nacionalismo o en favor a la sumisión al poder extranjero. En su respuesta, sin embargo, Jesús evitó la trampa de le fue puesta.

III. LOS ZELOTES

El partido de los Zelotes, descrito por Josefa como «CUARTA FILOSOFÍA» dentro los Judíos (Jewish War, Book II,viii,1; Ant. XVIII,i,1 y 6), fue fundado por Judas el Galileano, quien provo una rebelión contra los Romanos en el año 6 d.C.

«Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de si a mucho pueblo. Parece que también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados.» (Hechos 5:37)

Los Zelotes se opusieron el pago de tributo de los Israelitas a un emperador pagano basados en la premisa de que esto era traición contra Dios, el Rey verdadero de Israel. En las creencias religiosas ellos estaban de acuerdo con los Fariseos, y en el espíritu revivían el fervor y ardor demostrados por Matias y sus hijos durante la rebelión Maceaba. Aunque los rebeldes estaban vencidos y Judas fue muerto, en los miembros de su familia continuaron vivas las aspiraciones para la libertad y la independencia.

Mas o menos en la mitad del primer siglo hubo otra agitación patriótica. En Egipto se reunió un grupo de 4,000 Judíos militantes nacionalistas. Debido a que ellos se habían armado con cuchillos escondidos, fueron llamados SICARIOS, es decir,»LOS ASESINOS» (Jewish War, II, xiii,3).

«No eres tu aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días, y sa al desierto los cuatro mil sicarios?» (Hechos 21:38)

            Los Zelotes fueron activos en la caída de Jerusalén. En el último rinn de resistencia zelote continuó por sostenerse tres años más, en un fuerte llamado Masada, y aun después de caído éste, el espirítu fanático patriotico no fue completamente agotado, sino que persistió.

            El hecho de que Jesús tuviera un zelote en su grupo apostolico,

«Mateo, Tomás, Jacob hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,» Lucas 6:15

«Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Filipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.» Hechos 1:13

            Tambien un ex-colector de impuestos, para los odiados romanos, fue un comentario iluminante acerca de la amplitud del acercamiento a personas de las más diversas clases y vidas.

4. EL PUEBLO CORRIENTE:

            La mayoría de los Judios Palestinanos (más del 90%) no tuvieron afiliación ninguna con las sectas o grupos mencionados previamente. Esa multitudes fueron conocidas como el pueblo de la tierra (‘am ha-ares). En los primeros libros escritos del Antiguo Testamento, éste terminó significa simplemente la gente común, no de los regentes, soberanos, o aristócratas. Después del regreso del exilio, era la frase designada para aquellos Palestinos en quienes el Judaísmo estaba mixto, y con los cuales ningún Judío escrupuloso podía casarse.

Esdras 9:1-2, «Acabadas estas cosas, los príncipes vinieron a mí, diciendo: El pueblo de Israel y los sacerdotes y levitas no se han separado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones. Porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado.»

Nehemías 10:30-31, «Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos. Así mismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en días de repose, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda duda.»

            En los tiempos del Nuevo Testamento el termino lle a significar especificamente a todos, los que por ignorancia o indiferencia, fallaban en observar la Ley Mosaica y todas sus ramificaciones. La anti-patia de los fariseos hacia la gente común esta expresada en Juan 49, en donde la designación, «Esta gente» es aplicada a las masas ignorantes, quienes no sabían la Ley.

            Tan profundo era el disgusto y odio de los fariseos para esta gente común de la tierra, que la consideraban como imoral y no religiosa, que evitaban cualquier contacto con ellos. De acuerdo con la Ley Rabicanica, ellos no podían ser usados como testigos, ni su testimonio era admitio en la corte. Ningún secreto era confiado a ellos, ninguno de ellos podía ser guardian de un huerfano. Un fariseo no podía comer con un ‘AM HA-ARES, y los matrimonios dentro de las dos clases eran condenados en términos de aborrecimiento y escándalo. En la opinión de los fariseos, sus mujeres eran impuras y no limpias.

            Jesús era amable con esta clase de gente, y se asoció liberalmente con ellos. Aunque los fariseos los estimaban como invalidos, inutiles y sucios, Jesús fué simpático con sus problemas y dificultades y los mencinó como unas ovejas sin pastor.

Mateo 9:36, «Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.»

            Por el modo como Jesús formó parte de las gentes comunes, y su propia negliencia de observar las diminutas reglas de los fariseos (tal como él lavado se las manos en ritual ceremonial antes de comer, Marcos 7:1-5; Lucas 6:1-5; 11:37-41) él fue subestimado por los jefes religiosos de su época.