CAPITULO 2

El Camino del Bautismo

 

Cuando el Señor ordenó a la iglesia bautizar a aquellos que se habían hecho discípulos (Mateo 28:19, 20), ¿qué pretendía que se hiciera? Cuando El dijo “bautice” a los nuevos discípulos, usó una palabra griega. Para aprender el significado de una palabra griega debemos buscar su sienificado en un diccionario griego. Unos pocos ejemplos de lo que los Léxicos* (*Léxico: diccionario que traduce el griego a otro idioma) griegos dicen será suficiente:

 

Liddel & Scott: “Baptizo. zambullir.”

Hagster:  “Baptizo, bañar. sumereir.”

Sapulo:    “Baptizo, zambullir. sumergir.”

 

No hay ningún Léxico griego que no dé “zambullir” o “sumergir” como el significado principal de “baptizo.”

 

Sí el Señor hubiera deseado que la iglesia rociara a los nuevos discípulos hubiera usado la palabra “rantizo.” que principalmente quiere decir rociar.  Si hubiera deseado que la iglesia vertiera agua sobre la cabeza de los nuevos convertidos hubiera usado la palabra “echeo.” que principalmente quiere decir “derramar, verter.” Si el Señor deseaba que rociaran o vaciaran aeua sobre la cabeza de los nuevos creyentes. ¿por qué usó una palabra que principalmente quiere decir “zambullir”? Este hecho por sí solo es suficiente para establecer la verdad de que El quería decir que la iglesia zambullera a todos los que se hacían discípulos.

 

Juan el Bautista bautizaba en un río. Marcos 1:5: “Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bauti­zados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.”

Jesús. el Maestro. fue bautizado en un río. Marcos 1:9,10: “Acon­teció en aquellos días. que Jesús vino de Nazareth de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua,” etc.

 

El caso de Felipe y el eunuco enseña que la inmersión fue el acto. Hechos 8:38.39: ‘Y mandó parar el carro: y descendieron ambos al agua. Felipe y el eunuco. y le bautizó. Cuando subieron del agua,” etc.

 

El bautismo es llamado sepultura. Romanos 6:4,5: “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plan­tados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurreccion.

 

El bautismo no es una ordenanza salvadora.  Nunca debe ser administrado a nadie excepto a aquellos que ya han sido salvados. Cuando a Saulo se le dijo: “Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre” (Hechos 22:16), esto quiere decir únicamente el lavamiento simbólico de los pecados. Cuando Pedro dijo, en el día de Pentecostés: “Bautícese cada uno de vosotros ... para perdón de los pecados” (Hechos 2:38), usó la palabra aquí traducida “para” en su sentido secundario, que quiere decir:  “con referencia a”-”Bautícese cada uno de vosotros con referencia al perdón de los pecados.”

 

NOTA DEL TRADUCTOR: El Dr. Leo A. Causey, Director del Departamento de Griego del Seminario Bautista Misionero en Little Rock, Arkansas, EE.UU.A.. hace la siguiente observa­ción sobre la palabra griega “eis,” aquí traducida “para”:

 

“El Léxico griego por Liddel & Scott da el significado de ‘eis’ así: ‘como consecuencia de,’ siempre cuando se relacione con algo.  Y aquí ciertamente se relaciona con Cristo y la salvación. El Léxico griego por Thayer dice: ‘en referencia’ o con relación’; ‘como consecuencia de.’ En Mateo 12:41, ‘eis’ se traduce ‘a,’ pero según Thayer, debería traducirse ‘de acuerdo con.’ ‘Se arrepintieron de acuerdo con la predicación de Jonás.’

(Este último es un ejemplo de muchos casos cuando “eis” no debe traducirse “para,” sino de otro modo.  Hasta aquí la NOTA DEL TRADUCTOR.)

 

Solamente los creyentes eran bautizados en la época apostólica. Y como los creyentes son salvos, como hemos visto, deducimos lógicamente, que solamente las personas que han sido salvadas deben ser bautizadas.

 

Cornelio y los de su casa fueron salvados antes de ser bautizados. Hechos 10:44-48:  “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso . . . Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua. para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús.”

 

Aquellos que creen que el bautismo es necesario para obtener la salvación, generalmente tratan de hacer que esto aparezca como un caso especial y no como regla. Pero Pedro dice en Hechos 15:8, 9 que Dios “ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.”

 

Sólo la iglesia tiene autoridad de bautizar. Fue a la iglesia que se le dió la comisión. Aquella a la cual le fue dada la comisión tenía la promesa de existencia continua hasta el fin del mundo; ya que después de haber dado el mandamiento, el Señor dijo:  “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Los cristianos a quienes El habló, como individuos, vivieron sólo unos pocos años más, y por eso el Maestro no les pudo haber hecho tal promesa a ellos exclusivamente.  Lo mismo se puede decir de los apóstoles. Pero la iglesia, en cambio, ha tenido existencia continua, y la tendrá hasta el fin de los tiempos.  Efesios 3:21:  “A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los 5i2105. Amén.” La iclesia como institución fue la única entidad presente en el momento en que se dió la Gran Comisión, la única que podía continuar “hasta el fin del mundo.”

 

Siendo la iglesia la única autoridad para bautizar, se sigue que todo bautismo administrado sin autoridad eclesiástica es nulo y sin valor. Por esta razón los bautistas a través de todas las edades han rehusado reconocer los bautismos de aquellos que no han sido bautizados por la autoridad de una iglesia escritural. Fue a la iglesia que se le dió la comisión; v esa institución eclesiástica a la cual fue dada la comi­sión está en el mundo todavía. Y si el Señor realmente quería decir lo que expresó. El está con esa iglesia en el día de hoy. Por tanto los bautismos efectuados por esa institución sí son válidos, y ningún Otro lo es.

 

El bautismo. según las Escrituras. es la inmersión de un creyente, efectuada bajo la autoridad de una iglesia escritural.

 

Ya que Dios llamó al precursor, Juan el Bautista –bautizador-, “bautista” porque él era el que bautizaba. notemos que, si Dios no cometió ningún error, una IGLESIA QUE BAUTIZA deba llamarse una Iglesia Bautista: una iglesia bautizadora. Ya que la iglesia bau­tizadora es una iglesia misionera es perfectamente correcto llamarla también: Iglesia Bautista Misionera.