CAPITULO 2
¿FUNDO JESUS LA IGLESIA? SI EL LA FUNDO, ¿CUANDO LO
HIZO?
La creencia de los bautistas en la perpetuidad de sus
iglesias involucra vanas preguntas. Las respuestas correctas a estas preguntas
ayudarán mucho en la preparación del camino para un examen apropiado de sus
reclamos. Entre las más importantes de estas preguntas se encuentran las
siguientes:
1. ¿Fundó Jesús la iglesia?
2. Si El la fundó, ¿cuándo lo hizo?
3. ¿Qué clase de iglesia fue?
4. ¿Prometió El su perpetuidad?
Tan bien establecido ha quedado el hecho que Jesús
fundó la iglesia, que casi parece superfluo gastar el tiempo en la
consideración de la primera pregunta arriba propuesta. Sin embargo, tal vez no
sea fuera de lugar gastar algunos momentos en este tema, en vista de que por
acá y allá se encontrarán algunos que, o abiertamente, o por implicación,
niegan que Jesús haya fundado una iglesia. Es una cosa muy corriente para los
críticos destructivos del día de hoy tratar de desplegar a Jesús y a Pablo el
uno contra el otro, y tratar de mostrar que Jesús ni siquiera tuvo en mente el
fundar una iglesia. Tales críticos nos harían creer que los discípulos, y en
particular, Pablo, impusieron la iglesia al mundo sin autorización divina. En
una palabra, esto es un reclamo de que los discípulos sustituyeron una iglesia
de su propia confección, en lugar del Reino del pensamiento y propósito de
Jesús.
Existen algunas denominaciones que abrazan una teoría
que prácticamente niega a Jesús la fundación de una iglesia. Estas avanzan el
reclamo que la iglesia existía allá en los tiempos antiguotestamentarios, y que
la iglesia de tiempos novotestamentarios y del día de hoy es meramente una
continuación de la iglesia que ha existido durante todo el tiempo desde el
comienzo de Israel. Los que mantienen esta teoría no ven ninguna diferencia
esencial entre las dispensaciones del Antiguo Testamento y del Nuevo, sino que
mantienen que el bautismo fue destinado a ocupar el mismo lugar en la iglesia
de ahora que la circuncisión ocupaba en la “iglesia” de Israel. Esta teoría
plenamente niega por implicación que Jesús haya fundado una iglesia. Porque es
evidente que El no podría haber fundado la iglesia si es que ésta ya estaba en
existencia en el tiempo cuando El vino.
Para uno que cree que el Nuevo Testamento es la
inspirada Palabra de Dios, la pregunta: “¿Fundó Jesús una iglesia? “ se
contesta de una vez por todas en el afirmativo por Mateo 16:18, donde Jesús
mismo hace la declaración: “edificaré mi iglesia.” El hecho de que los
evangelios hayan indicado solamente dos veces que Jesús mencionara la iglesia
no tiene importancia, en vista del hecho que después de Su ascensión y
glorificación, según se indica en el Apocalipsis, le encontramos hablando de la
iglesia vanas veces. Y por cierto, si el Señor hubiera mencionado la iglesia
apenas una sola vez, eso debiera ser suficiente, en cuanto se refiere a la
validez de Su promesa. Una declaración pronunciada una sola vez puede ser tan
verídica como una reiterada o repetida mil veces. El punto es, que Jesús dijo
que edificaría Su iglesia. Un poco más adelante El explica a los discípulos
acerca de un asunto que debe ser llevado a la iglesia para la disciplina de
ésta. En Sus palabras, Jesús claramente indica que la iglesia ya a esa altura
existía.
Así es que tenemos Su promesa de la iglesia; tenemos
la clara implicación en Sus propias palabras del cumplimiento de esa promesa;
tenemos la historia novotestamentaria de la iglesia desde su principio en
adelante durante muchos anos, y el testimonio de la historia al efecto que la
iglesia de Cristo es una institución que ha existido únicamente desde el tiempo
de Cristo.
Si las palabras de Cristo en Mateo 16:18 tienen
siquiera algún sentido, entonces deben significar que la institución que El
prometió era una aparte y distinta de cualquier institución que hubiera
existido previamente en el mundo, o que existiera en ese mismo tiempo. Más
adelante se demostrará que los discípulos conocían perfectamente bien la
palabra “ecclesía” o sea “iglesia,” y su significado. Pero Jesús indicó
claramente que la institución que El se proponía a edificar seria una nueva,
una distinta que se debería distinguir de todas las demás “ecclesías” por el
hecho que iba a ser una iglesia SUYA, edificada sobre una base diferente a la
de cualquier ecclesía en existencia en ese tiempo.
Habiendo determinado por medio del Nuevo Testamento
que Jesús dio comienzo a una iglesia, volvemos ahora a una consideración breve
de la pregunta que sigue:
¿CUANDO LE DIO COMIENZO A SU IGLESIA JESUS?
Esta pregunta se hace muy importante en vista de las
enseñanzas heréticas tan difundidas en nuestros días. Varias herejías sumamente
peligrosas brotan de la teoría de que la iglesia empezó en el día de
Pentecostés. Una de estas es la de la “iglesia invisible.” que se apoya
considerablemente en esta suposición tocante al día de Pentecostés.
También existe la teoría tan difundida por el Dr. C.
I. Scofield, por el Dr. James M. Gray del Instituto Bíblico Moody, y por otros,
que la iglesia fue formada en el día de Pentecostés por medio del bautismo del
Espíritu Santo, y que cada creyente Ilega a ser miembro de la iglesia universal
semejantemente, introduciéndose a ella por medio del bautismo del Espíritu
Santo. Esta es, en realidad, una teoría de las más absurdas. Descansa
principalmente sobre una perversión de 1 Cor. 12:13, y un examen del contexto
de esta Escritura resulta fatal para esta teoría. El Dr. Scofield (en su libro
“Síntesis de la Verdad Bíblica,” p. 42, ed. en inglés) dice plenamente de la
iglesia: “Este cuerpo no podría empezar a existir antes de la exaltación de Cristo
y el descenso del Espíritu Santo.” También va a tal extremo hasta decir que
cualquier iglesia antes de la muerte de Cristo hubiera sido una iglesia no
redimida. ¡Esto es igual a decir que ninguno de los discípulos fueron salvos
antes del día de Pentecostés!
Los que no quieren admitir la perpetuidad bautista
luchan desesperadamente para mostrar que la iglesia no existía antes de
Pentecostés. Ninguna otra cosa se encaja con su teoría de una iglesia
“invisible .”
¿Cuáles, entonces, son los hechos? ;Cuándo se le dio
comienzo a la iglesia? No ocuparé el espacio para entrar en detalles, sino
que contestaré con una sola declaración: Del material preparado por Juan el
Bautista, Jesús organizó Y fundó Su iglesia durante los días de Su ministerio
personal aquí en la tierra.
En esta creencia este servidor no está solo. El Dr.
L.R. Scarborough, presidente de uno de los más grandes seminarios del mundo, en
un articulo de fecha reciente en el periódico “Baptist Standard” (Estandarte
Bautista), cita la siguiente declaración: “Ciertamente es verdad que Cristo,
durante Su propio ministerio personal, estableció Su iglesia.”
Un capítulo bastante extensivo se podría escribir para
probar mi declaración, pero debo limitarme a dar algunas razones. Primero,
permítame hacer esta pregunta: ¡no es cierto que tuvieron todas las cosas
esenciales para constituir una iglesia antes del día de Pentecostés?
Veamos:
1. Tuvieron el evangelio (Marcos 1:1).
2. Ellos eran creyentes bautizados. Los apóstoles
habían sido discípulos de Juan, habiendo sido bautizados por él (Hechos 1:22).
Tocante al bautismo de Juan, se nos dice que era del cielo (Juan 1:33).
3. Tuvieron una organización. Hasta tenían un
tesorero, aunque éste salió siendo falso.
4. Tuvieron la misma Cabeza que tiene la iglesia de
hoy, Cristo.
5. Tuvieron la ordenanza del bautismo.
6. Tuvieron la ordenanza de la Cena del Señor.
7. Tuvieron la Gran Comisión.
8. Se reunieron juntos como iglesia para orar
precediendo al día de Pentecostés.
9. Además, aun celebraron una sesión de negocios y
escogieron a uno para tomar el lugar de Judas.
En un esfuerzo para desacreditar esta acción de la
iglesia, el Dr. Scofield (en las notas de la Biblia editada por Scofield) hace
el reclamo que la iglesia cometió un error en hacer esto. El dice que Dios hizo
caso omiso de esta escogencia, Ilamando más adelante a Pablo para este lugar, y
afirma que no encontramos ninguna otra referencia a Matías en el Nuevo
Testamento. Al hacer esto, él arroja sobre el Nuevo Testamento una difamación
injustificable. Además, su declaración acerca de Matías no se ajusta a las
Escrituras, porque en un capítulo más adelante (Hechos 6:26) el Espíritu Santo
reconoce a Matías como apóstol, mencionándole como uno de los doce. El Dr.
Scofield busca cómo ajustar el incidente de la escogencia de Matías a su teoría
de que la iglesia empezó en el día de Pentecostés. y su esfuerzo sólo sirve
para exponer cuán lejos irán los hombres en el afán de buscar cómo apoyar una
teoría.
También, el hecho de que la iglesia existía antes del
Pentecostés se demuestra en que se nos dice distintamente que Cristo cantó
alabanzas en medio de la iglesia. Hebreos 2:12 dice: “Anunciaré a mis hermanos
tu nombre. en medio de la congregación te alabaré.” Este pasaje es aquí citado
por el escritor inspirado. del Salmo veintidós. ¿A cuál incidente en la vida de
Cristo se refiere esto? En cuál ocasión cantó El alabanzas en medio de la
iglesia? Vuelva a Marcos 14:76, y s encontrará la ocasión referida. Fue en
seguida después de la Cena del Señor que Jesús, en medio de Su pequeña iglesia.
se unió con ellos en la entonación de un himno. El hecho de que Cristo haya
cantado alabanzas en medio de la iglesia involucra, sin necesidad de palabras,
que la iglesia existiera desde antes de esa hora. (en medio de la congregación
te alabaré” Nota del traductor: “congregación” en el griego es “ecclesía” que
en casi todos los casos se traduce “iglesia” en el Nuevo Testamento. “Alabare”
en el griego viene de “humneo” de donde viene el vocablo “himno.” En el inglés
está traducido más correctamente, “cantaré alabanzas.”)
Destreza exegética y eisegética ha sido ejercida para
dar al pasaje arriba citado algún otro sentido, pero sigue siendo un hecho que
la interpretación que este servidor acaba de indicar es la más sencilla y la
más natural.
En tercer lugar, el hecho de que la iglesia existía
antes del Pentecostés se muestra claramente en Hechos 2:41, donde se lee que en
el día de Pentecostés, “y se añadieron aquel día como tres mil personas.” En
vista de que ellos eran creyentes añadidos por bautismo, es muy evidente que la
cosa a la cual fueron añadidos era la iglesia. Si yo dijera a un amigo que yo
acababa de depositar cien dólares para añadirlos a mi cuenta, él me entendería
a implicar que ya tenía en existencia una cuenta bancaria desde antes de la
hora de depositar los cien dólares. Igualmente, una iglesia tenia que estar ya
en existencia en el día de Pentecostés porque de otro modo no se le podrían
haber sido “añadidos.” Es inútil discutir diciendo que los tres mil fueron
meramente añadidos a las filas de los creyentes y no a la iglesia, porque el
mismo lenguaje se emplea en el versículo 47, donde se nos dice que: “el Señor
anadea cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” ¿Acaso indicaría el
versículo 47 la existencia de una iglesia más fuertemente que el versículo 41?
Ciertamente que no. Unicamente aquellos en un estrecho desesperado para
mantener una teoría negarían que los tres mil bautizados en el día de
Pentecostés fueran añadidos a una iglesia ya en existencia, porque eso es lo
que el lenguaje le Ileva a uno a concluir irresistiblemente.
Además, leamos las palabras del Maestro como se
encuentran en Mateo 18:17. “Si no l«s oyere a ellos. dilo a la iglesia; y si no
oyere a la iglesia, tenle por gentil u publicano.” El contexto muestra que
estas palabras fueron dirigidas a Sus discípulos. Sus palabras se Ilevarían a
uno a creer que estos constituyeron Su iglesia en su etapa incipiente. De
hecho, la creencia que los mismos apóstoles eran los primeros miembros de la
iglesia está en perfecta armonía con 1 Cor. 13:78, donde leemos: “Y a unos puso
Dios en la iglesia. PRIMERAMENTE apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros,” y etc.
Se puede especular y teorizar sobre Mateo 18:17 hasta
donde uno quiere, pero siempre queda irrazonable creer que Jesús se refiriera a
alguna cosa que los discípulos no entendieran, o tampoco que El indicara una
regla de disciplina que se relacionara con una iglesia no existente. A
cualquiera que acepta este pasaje a la par, se le muestra en forma concluyente
que la iglesia estaba ya en existencia cuando Jesús pronuncio estas
palabras.
En el quinto lugar, tomemos nota de que si la iglesia
no existiera antes de Pentecostés, entonces la Gran Comisión fue dada
únicamente a los discípulos como individuos, y por consiguiente no es
obligatorio a la iglesia. No queriendo conceder que haya existido una iglesia
antes del Pentecostés. el Dr. C. I. Scofield toma esta misma posición. En su
libro entitulado: “Synthesis of Bible Truth” (Síntesis de la Verdad Bíblica)
pág. 431 (ed. en ingles), dice lo siguiente: “La iglesia visible como tal no
tiene ninguna misión a su cargo...La comisión de evangelizar al mundo es personal
y no corporativa.” Si esta teoría fuera verdad, entonces la Gran Comisión
incumbía únicamente a los apóstoles, y cuando ellos murieron, la obligación ya
no descansaba sobre nadie. Esta posición es tan absurda como también es
antibíblica.
Pero no fue así, sino que Jesús dio la Comisión a Sus
discípulos en su capacidad corporal. El se la entregó a ellos como iglesia. A
Su iglesia El encargó con el deber de bautizar y enseriar. Y porque El sabe
todas las cosas, sabía que Su iglesia tendría la continuidad esencial para
cumplir Sus ordenes.
Semejantemente, notemos que, a menos que la iglesia
existiera antes de Pentecostés, la Cena del Señor no es una ordenanza
eclesiástica.
Si se la dio únicamente a individuos como tales,
entonces cuando ellos murieron, la ordenanza murió con ellos. No podemos creer
esto a la luz del relato de Pablo de la institución de la Cena como está
descrito en 1 Corintios capítulo once. Aquí, según la descripción dada, Jesús
claramente implicó que esta ordenanza conmemorativa se celebrará “hasta que él
venga.” Los individuos que estuvieron presentes en aquella Cena han estado
muertos desde siglos atrás, y todavía El no ha venido.
Evidentemente no les dio la ordenanza a ellos como a
individuos como tales, sino a individuos como constituyentes de la iglesia.
Esta iglesia exclusivamente, la iglesia a la cual una existencia continua le ha
sido prometida, podría observar la Cena conmemorativa en forma continua desde
el tiempo de la institución de ésta hasta que Cristo venga otra vez.
U obviamente, si es que Jesús dio la Cena
conmemorativa a Su iglesia, esa iglesia tiene que haber existido a la hora de
dársela. ¡Esa hora era antes del día de Pentecostés!
Terminaré este capítulo con una cita del Dr.
Scarborough en el artículo antes mencionado. De una manera maravillosa él
concreta los hechos tocante a la fundación de la iglesia por Cristo, en las
siguientes palabras: “Cuando El ascendió El dejó en la iglesia algunos de sus
oficiales, los apóstoles que por supuesto no habían de ser permanentes; su base
de fe; sus leyes de vida; sus ordenanzas; su comisión; su gran tarea mundial;
los términos y condiciones de admisión; el nuevo nacimiento basado en
arrepentimiento y fe en Cristo; le dejó para ella su gran tema dinámico y su
poder - Jesús crucificado, sepultado, resucitado, y que vendrá otra vez -; le
dio la promesa del Espíritu Santo. Después de ascender Jesús al cielo, esta
unidad y creciente organización corporativo Ilamó y constituyó oficiales para
tomar el lugar de Judas. Hechos 1:15-26. Esto fue un acto de la iglesia. Así es
que en el primer capítulo de los Hechos encontramos a esta iglesia bien
organizada, ya establecida bajo el ministerio personal de Cristo y por El
asignada a la tarea de evangelismo; y por medio del Espíritu Santo celebró su
primera gran reunión. Entonces en los Hechos capítulo seis encontramos la
organización completada con la adición de diáconos, teniendo entonces dos
clases de oficiales - pastores y diáconos; dos ordenanzas - el bautismo y la
Cena; una forma democrática de organización, como se demostró en la elección de
Matías para tomar el lugar de Judas, y en la elección de los diáconos. La
iglesia misma fue la autoridad en estos nombramientos. Así podemos ver que a
través del proceso de los arios Jesús mismo organizó su iglesia y bajo la
dirección del Espíritu Divino, diáconos fueron añadidos a la organización
después del Pentecostés. Esta iglesia puede en todos los sentidos más elevados
reclamar a Cristo como su organizador, su autoridad central y su poder.”